dilluns, 30 de març del 2009

Los materiales de antes eran más sustratospóricos.

En las puertas de un gran hospital, bajo un banco a la sombra, están jugando a los dados dos hombres de mediana edad, que mono enfundado, consumen su tiempo de descanso antes de reanudar su trabajo.

-La mejor opción hubiera sido decir que no, y acabar con la historia de una vez, pero a veces, eso precisamente, decir no, es lo que más cuesta. Además siempre piensas que algo que empieza con un no es debido a que detrás de esa negativa, siempre hubo una historia que te llevó a negar algo que antes sí se tuvo, se compartió, se permitió, por eso un no lo puede empezar todo. ¡Mira mira! pareja de damas…. Vas. Dame un pito que me he quedado sin.

-Que potra tienes. Toma, mira a ver si tienes tú el mechero que me parce que te lo has quedado. La respuesta positiva, el tibio bueno, o el categórico sí, acaban todo. ¿Qué más puedes añadir a ese sí?... Sí, y ya está todo dicho. ¿Se está nublando?

-Sí, dice el hombre del tiempo que cambia para el fin de semana. Repito, y llámame pesado, la mejor opción hubiera sido decir que no. Ahora te enfrentas a toda una nueva sucesión de hechos que te van a volver a hacer decidir sobre ese sí que viene desde atrás, anclado a temas viejos. ¿Quieres volver a una retahíla de decisiones que no quieres tomar? Qué pesadez. “No quiero argumentar, no quiero razonar, no se puede, no debo.” Pero continúas, dejas escapar palabra tras palabra en un raro ejercicio de circunvalación – no sé si me entiendes- de un tema que no quieres abordar, ¿sabes? y que por eso mismo deberías de acabarlo aquí y ya.

-Puede que tengas razón. Full, y voy a color, ...Te voy a ganar. Al fin y al cabo el abandono es reconocer, negativamente que no quiero continuar, pero el esfuerzo, el no, me inclina a devorar carácter tras carácter, línea a línea, es como hacer flexiones, una más, venga, una más, mantente, sigue, no decaigas, ya casi llevas medio folio, y quién sabe, tal vez exista una historia detrás. No sé, puede que tengas razón, ¡ah! Pagas tú, hago ciento veinte.

-Pero que potra, afortunado en el juego… Lo mantengo, la mejor opción decir no, ¿es ya es demasiado tarde? y como te apuntaba antes al conceder el sí a todo lo dicho ya existe una historia a la que hemos dado paso. Reitero, el no lo hubiera acabado todo y lo dejaría, definitivamente todo atrás. Te sumo tus ciento veinte, ¿vas a la vaca?

-Pues no.

-Pues sí, me debes la revancha.

-Pues no.

-O sí. Yo te la di la semana pasada.

-Tú mismo, vamos yéndonos que se va ha a secar la silicona y no vamos a poder colocar el estrostras ni el estrido. ¿Y cuando tienes que decidirte?

-Pues ya, ya mismo, cuanto antes, a ver si me decido de una vez y lo hago.

-Bien.

-En fin. ¿Vale?

-Sí, vale, tampoco queda tan mal.

-Bueno, no sé, los materiales de antes eran más sustratospóricos, ¿no crees?

1 comentari:

  1. ya se sabe, como los materiales de antes ... si ej keee

    M'ha agradat, gràcies :)

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